

El viernes por la tarde descubrimos a la collalba rubia que también nos visita todos los años, nos acompaña con sus cantos y su presencia, pero lo mas alucinante fue la vista de estos dos jabalíes que corrían por el sembrado y pudimos fotografiarlos, esto fue una pasada, a ver si el próximo fin de semana que tenemos el taller de fotografía podemos ver algo parecido